Carta a una madre que necesita un filtro de agua…

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Madre, ya no estés triste, la primavera volverá, 
madre, con la palabra “libertad”.
Silvio Rodríguez

 

aduana

 

Vieja:

Hoy amanecí con los socios del facebook comentando sobre la nueva resolución de la aduana, ¡te imaginas qué amanecer! Por supuesto, e incluso antes de poner la cafetera, ya el corazón me dio el acostumbrado salto al vacío que da cada vez que leo la palabra Resolución. Cuando de mi país se trata, las resoluciones nunca parecen beneficiarme a mí; ni cuando vivía allá, ni ahora que solo voy de visita. Y todavía tú quieres que haga la repatriación… ¡mira vieja!.

Me vino a la mente aquel día que, ya muy cercana a mi demorado permiso de salida, le dije a la rusa: “las ganas que tengo de no tener que volver a hacer ningún papeleo ni tener nada que ver con esta burocracia” a lo que la rusa, en su infinita sabiduría de … bueno, a lo que contestó : “mientras tengas familia aquí vas a seguir atada a algún papelito, alguna resolución, alguna mierda”. Y bien, heme aquí, dos años después y teniendo que cagarme en to lo que se menea porque ahora no sé como llevarles las cuatro mierdas que tanto ustedes necesitan.

Mima lo que más me molesta e indigna es saber que, una vez más, las decisiones se toman sin contar con nosotros; ni los de allá ni los de aquí. Son todo resoluciones y más resoluciones, cuya finalidad siempre es en apariencia para mejorar, y termina siendo otro elefante abusando de la telaraña, que resiste heroicamente, mientras le siguen tirando paquidermos encima. Pero qué te voy a decir a ti que eres abogada!

Cada vez que Jorge, que desde que estudia derecho no hace más que preguntarme sobre las leyes en Cuba, me pide le explique algo como esto, yo no sé para dónde virarme. Crecido en Canadá, y acostumbrado a un sistema con muchas fallas pero dónde al menos en teoría existen las vías para ejercer el poder ciudadano, el pobre no puede leer esos documentos sin pensar que es un chiste de mal gusto. ¡Como dicen que “todos los países tienen estas regulaciones”!… No, si a mí me encantaría ver a un canadiense de la aduana de aquí tratando de decirme que solo puedo entrar cinco pares de zapatos de vestir, o sentarme a discutir el por qué traigo dos filtros de agua.

Yo entiendo lo de la economía dañada. La fuga de divisas. Incentivar la producción nacional. Pero me pregunto, ¿en un país dónde los medios de producción están bajo el control del Estado, no puede el Estado simplemente encargarse de producir más y mejor, y luego ya cuando exista una verdadera oferta que satisfaga la demanda de la población, poner un freno a las ventas “por la izquierda”? La forma en la que lo han explicado tal parece que Cuba es un país de capitalismo tradicional en dónde el mercado se regula por las leyes milenarias de oferta y demanda. ¿Qué tendrá que ver que la gente venda licras con brillos traídas de Panamá con que el MINCIN tenga las tiendas abastecidas de licras parecidas, con igual calidad y similar o mejor precio? ¿Acaso quieren decir que mientras la gente pueda comprarle a “las vendedoras de ropa” la empresa textil Rubén Martínez Villena no puede producir más y mejor? Yo cada día entiendo menos.

Por otro lado, me insulto con esto también: ¿con qué moral me puede mirar a los ojos una muchachita de 24 años con uniforme de aduana, uñas acrílicas que a penas la dejan teclear, y hebillitas en el pelo “traídas de afuera” para quitarme los pomos de champú y suavizador que traigo para la familia? ¿Por qué tiene mi familia que lavarse la cabeza con el aguachento invento de champú adulterado que venden en casi todas las TRDs? Yo vine a este país a trabajar como negra esclava para, entre otras cosas, darles mejores oportunidades a mi familia y seres queridos. ¿Con qué derecho se me quita o se me limita a mí el placer de satisfacer la necesidad de miembros de mi familia, amigos y vecinos?

Mima yo cada vez entiendo menos.

Yo sé que hay mucha gente que se está enriqueciendo aprovechando el desabastecimiento que hay en Cuba y trayendo ropa de cuarta y quinta categoría para luego revenderla en la isla como si fuera alta costura francesa. Pero lo que no parecen entender esta gente de “allá arriba” es que si las mulas y sus redes se han enriquecido es porque en el territorio nacional hay una demanda total y vulgarmente insatisfecha de todas esas cosas.

Te confieso que ni pude terminar de leer la resolución. Me tuve que hacer un tilo porque no paraba de visualizarme imprimiendo el mamotreto aquel y apareciéndome en el José Martí con el documento como único equipaje, para metérselo por la cabeza a alguien.

Bueno, para qué seguir vieja, si al final ninguna de las dos puede hacer nada. Me tocará cuando haga las maletas ya no solo pesarlas sino inventariarlas. Tendré que sentarme a contar los pomos de desodorante, la crema de afeitar etc… Como sólo te puedo llevar un filtro de agua mima, te pido que se lo des a abuela, que con la radioterapia y eso no debe estar tomando agua de la pila, eso te baja las defensas como loco y capaz que coja algo más. Ya veré yo si en otro viaje te puedo llevar uno a ti. Dale cariños a todo el mundo y nada, ¡hasta la victoria siempre! Si necesitan miel de abeja sí dime, porque de eso puedo llevar 3 litros…

Te quiere siempre,

Tu hija emigrada, cubana a pesar de todo.